{Reseña} ¿Suave como la seda?, Noelia Amarillo

Título: Suave como la seda?
Saga: Amigos del Barrio #3
Autor: Noelia Amarillo
Editorial: Terciopelo
Páginas: 384
ISBN:  9788415410423
Año de publicación:  2013.
Precio: 12,95 €.

Sinopsis:

Tercera entrega de la serie «Amigos del barrio»Serie ganadora de los premios: Mejor romance erótico 2010 y Autora revelación 2010.El espléndido príncipe azul venció al fiero dragón, desafió a la malvada bruja y rescató a la hermosa princesa. Con los primeros rayos de sol, montaron sobre el blanco corcel y emprendieron viaje hacia un castillo de cuento de hadas…Pero, ¿y si el príncipe, ni es príncipe ni es azul? ¿Y si no tiene blanco corcel, ni castillo maravilloso? ¿Y si es un honrado trabajador, con un sentido del humor inexistente y un genio de mil demonios? ¿Y si viste vaqueros en vez de brillante armadura y su ejército lo componen zapatos en vez de guerreros? ¿Puede un simple zapatero ser el príncipe encantado que toda princesa busca?¿Y si la princesa no es delicada? ¿Y si en vez de tímida y recatada es arisca e insociable? ¿Y si no sabe entonar dulces canciones de amor, pero se le da de maravilla pelear? ¿Y si en vez de bordar hermosos tapices, su trabajo consiste en vender juguetes eróticos? ¿Puede esta insólita mujer ser la dulce princesa que enamora al príncipe azul…aunque dicho príncipe sea en realidad un zapatero enfurruñado?¿Puede el amor surgir entre la chatarra, los zapatos y las clases de Jiu Jitsu de un gimnasio de barrio? ¿Por qué no?

Serie: Los Amigos del Barrio

1. Falsas apariencias (Reseña)

2. Cuando la memoria olvida (Reseña)

2. ¿Suave como la seda?

Opinión personal:

No pensaba dejar pasar tanto tiempo para terminar esta serie de libros de Noelia Amarillo llamada los Chicos del Barrio, los dos primeros me gustaron mucho, en realidad fueron mejorando siendo el segundo mejor que el primero, por ello le tenía muchas ganas a éste, pero siempre había un libro que llegaba a última hora y se colaba entre mis lecturas.

Si hay algo que me gusta de esta autora es la sencillez de sus personajes, personas con vidas normales, de esas con las que te cruzas a diario por la calle, con un vocabulario llano y sencillo, pero con unas historias especiales que emocionan y te llegan muy dentro.

El protagonista masculino es Darío, el hermano de Ruth, un personaje secundario y del que apenas se nos habla en Cuando la memoria olvida, lo poco que sabemos de él es su lado rudo y un poco borde. Nada que ver con el hombre tan especial que se nos muestra ahora: buen hijo que cuida a su padre enfermo y se ocupa del negocio familiar, buen hermano, entregado tío que adora a su sobrina y muy paciente con la mujer que ama desde el primer momento en que la ve.

Ariel, el personaje femenino, dista mucho de lo usual en las novelas románticas, sus padres la criaron como la princesa que deseaban que fuera sin embargo ella siempre sacaba a flote su lado marimacho. Aunque es buena con los números, sus inquietudes no pasaban por sacar buenas notas y acabó dejando los estudios para acabar trabajando en la construcción como electricista. La crisis hace que pierda su empleo, por lo que tiene que dejar su piso compartido y dosificar el poco dinero que tiene ahorrado, acaba compartiendo habitación con una prostituta y vendiendo juguetes para adultos.

A pesar de mostrársenos a priori como una mujer muy independiente y experimentada, en el tema de las relaciones con chicos es de lo más inocente, de hecho, nunca la ha besado nadie, ni mucho menos ha tenido una relación; así que cuando el azar une a estos dos personajes, nos adentramos en una historia de amor que comienza desde la más tierna inocencia. Es precisamente Ariel el personaje que te mantiene enganchada a este libro, y que genera la necesidad de saber más. Porque la historia de la familia de Dario la conocemos de la anterior parte, pero la de ella es totalmente nueva y se nos va dosificando de una manera adictiva que genera curiosidad. 

Ha sido, tras el parón lector que he sufrido durante la Cuaresma, una bonita lectura con la que volver a emocionarme y sentir ese gusanillo de no poder parar de leer un libro con la necesidad de robarle minutos a otras tareas cotidianas para avanzar en la trama.

Mi valoración es:

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